Dos cuerpos unidos, intuimos, firman la paz con agua y silencio. Dos amadores sobreviven a la desnudez y a la quietud. La vocación natural no necesita argumentos, solo un río. Todo el patrimonio de la humanidad puede resumirse en esta imagen.
No hay nada que necesiten estos
dos, si acaso, dos Legendarios con cola, y dos cigarros, para cuando salgan del
mojado infinito.
Escrito por Manolo Martínez
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